- El estudio presenta polarizaciones políticas y sociales identificando los temas en los que existe mayor y menor distancia en las opiniones y prejuicios de distintos grupos.
- Los resultados arrojan una mayor polarización en temas políticos entre izquierda-derecha (31 puntos) que en los sociales (18 puntos).
Con el fin de conocer cuán distinto pensamos y qué tan distantes son las posiciones de diferentes grupos frente a temas políticos y sociales, la Corporación 3xi y Criteria desarrollaron el primer Estudio Nacional de Polarizaciones. La investigación mide la brecha que existe entre lo que piensan unos y otros, y también cuáles son las percepciones cruzadas entre ellos, es decir, lo que creen que piensan los del grupo opuesto. De esta manera será posible no solo promover el encuentro sino también medir y contar con una línea base que podrá monitorearse anualmente. “Nos preguntamos cuáles son las diferencias de opinión que nos separan, las percepciones, prejuicios y desconfianzas mutuas que más afectan a la convivencia, el encuentro y el diálogo, entre quienes están en lados opuestos; porque estamos convencidos de que el hecho de develarlos contribuye a disminuir las polarizaciones. Es necesario conocer y entender estos prejuicios para ir hacia el encuentro”, explicó Camilo Herrera director ejecutivo de 3xi.
Los resultados de esta primera medición mostraron una diferencia entre las polarizaciones políticas y sociales. En el caso de las políticas, las polarizaciones promediaron 31 puntos y, en cambio, las sociales, solo 18 puntos.
Las polarizaciones políticas
En política, uno de los temas con más diferencia de opinión entre las personas de derecha de las de izquierda es la evaluación del periodo posterior al golpe de Estado. También se observan diferencias en materias económicas y derechos o libertades.
En cuanto a la polarización subjetiva, es decir, la distancia entre percepción y realidad (lo que un grupo supone que piensa su opuesto y lo que realmente este piensa), Matías Chaparro, director de Asuntos Públicos y socio de Criteria, explicó los resultados con dos ejemplos. Por una parte, se midió el porcentaje de personas en la derecha que está de acuerdo con la idea de prohibir completamente el aborto y, en paralelo, se preguntó a las personas de izquierda qué porcentaje de personas de derecha creen que está de acuerdo con esa frase. Sólo el 44% de las personas de derecha está de acuerdo con prohibir completamente el aborto, sin embargo, las personas de izquierda creen que el 75% de las personas de derecha está de acuerdo con esta frase. “Estamos hablando de una brecha subjetiva de 31 puntos. Esos 31 puntos grafican el espacio de sorpresa potencial que tiene una persona de izquierda al descubrir que la postura antiaborto en la derecha no es tan fuerte como creía”, comentó. En el segundo caso se observa un acuerdo entre izquierdas y derechas en términos de opinión, pero no así en la subjetividad. En ambos lados hay muy pocas personas de acuerdo respecto de eliminar todas las restricciones de ingreso de inmigrantes, sólo el 26% de las personas de izquierda y el 30% de las de derecha. Sin embargo, las personas de derecha creen que el 59% de las personas de izquierda está de acuerdo con esta idea. Es una brecha subjetiva de 33 puntos.
Las polarizaciones sociales
En el caso de las polarizaciones sociales, en general, hay consenso en términos de lo que declaran unos y otros, salvo en los casos de diferencia generacional y migración. Mientras el 68% de los jóvenes, entre 18 y 29 años, está de acuerdo con la frase “las generaciones mayores no entienden los desafíos que la sociedad debe enfrentar hoy en día”, sólo el 18% de las personas de 60 años o más está de acuerdo. Es decir, una brecha de 50 puntos. Otro caso de brecha relevante se produce en el ámbito de la inmigración. Mientras el 89% de los inmigrantes está de acuerdo con la frase “los migrantes son un aporte importante al desarrollo económico y social del país”, sólo el 45% de los no migrantes está de acuerdo. Es una brecha de 44 puntos.
Aun cuando haya consensos en lo que se declara, la diferencia aumenta cuando se observa lo que se percibe del otro, especialmente considerando los grupos invisibilizados o tradicionalmente más alejados del poder, como mujeres, personas de bajos ingresos, pueblos indígenas, o inmigrantes. Por ejemplo, pocas mujeres y pocos hombres se manifiestan de acuerdo con la frase “el cuidado de los niños debe ser responsabilidad principalmente de la madre” (18% de las mujeres y 27% de los hombres). Es decir, hay consenso en rechazar esta idea. Sin embargo, lo que las mujeres perciben es que el 65% de los hombres está de acuerdo con que el cuidado debe recaer principalmente en la madre. Se trata de una brecha subjetiva de 38 puntos. Es una invitación a entender la polarización.
El acto de presentación de los datos contó con las intervenciones de la ministra del interior Carolina Tohá y la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei, así como un panel en el que participaron Pepe Auth, Patricio Fernández y Jaime Bellolio.
Camilo Herrera, director ejecutivo de 3xi, explicó cómo la experiencia que ha adquirido la corporación a través de los encuentros entre pares improbables que realiza, condujeron al desarrollo de este estudio. “Hemos aprendido que nuestras legítimas diferencias de opinión son menos significativas y perjudiciales que las ideas que tenemos sobre los otros cuando no nos conocemos. Cuando nos escuchamos mutuamente con la intención de comprender en lugar de convencer y el objetivo no es necesariamente llegar a un acuerdo, sino entender en qué disentimos y qué es lo que consideramos esencial preservar, observamos que los factores subyacentes de la polarización disminuyen e incluso desaparecen, dando lugar a lo que hemos denominado “cultura del encuentro”. Al emprender este estudio, lo que buscamos es reflexionar sobre cómo podemos enfrentar las polarizaciones porque el pensamiento de “nosotros contra ellos” puede poner en riesgo la convivencia y la cohesión social. Al medirlas esperamos abrir la mirada sobre estas brechas y al hacernos conscientes de ellas, poder superarlas a partir del diálogo”.
Durante la presentación de los resultados del estudio, Matías Chaparro explicó que el estudio consideró 2 innovaciones claves. La primera de ellas fue trascender las polarizaciones políticas e incluir aquellas de índole más social. “Nos propusimos medir las distancias entre las opiniones de personas pertenecientes a grupos de la población expresados también en pares: mujeres y hombres; personas con ingresos bajos y altos; personas que se identifican con algún pueblo indígena y las que no, quienes viven en regiones y en la Región Metropolitana, entre otros pares, para conocer las polarizaciones y las polarizaciones subjetivas en estos ámbitos. Y también hicimos una segunda innovación que entrega a este estudio una mayor potencia y es que medimos la distancia entre las percepciones y las opiniones reales’’. Matías Chaparro profundiza en este último punto y aclara que “Es importante estar atentos a las polarizaciones subjetivas. Ya es negativo para un país que exista una distancia muy grande entre las opiniones de izquierda y derecha, por la ausencia de personas con posiciones comunes, pero si además estos grupos tienen imágenes distorsionadas el uno del otro, la convivencia se pone en riesgo’’.
Ficha técnica
Tipo de estudio: Cuantitativo, no probabilístico a través de la aplicación de encuestas autoadministradas mediante el uso de paneles certificados de acceso online.
Grupo objetivo: Mujeres y Hombres de 18 o más años, de todos los niveles socioeconómicos residentes de todo el país.
Fecha de campo: Entre el lunes 18 de septiembre y el viernes 20 de octubre
Muestra total: 3.000 casos
Técnica de muestreo: Muestreo aleatorio dentro de cada panel estratificado por cuotas. Los resultados son ponderados por sexo, edad y nivel socioeconómico para representar el universo real del país.