Por Asociación de Investigación de Mercado y Opinión Pública
Las elecciones representan una oportunidad incomparable para el mundo de las encuestas. Es el momento en que las empresas dedicadas a los sondeos de opinión pueden contrastar los resultados de sus levantamientos previos con la decisión que hace la ciudadanía en las urnas. Este ejercicio nos permite conocer la precisión de nuestro trabajo y qué tan acertadas son las observaciones que hacemos a través de nuestros estudios.
En un contexto de diversos cuestionamientos al mundo de las encuestas, como empresas del rubro nos enfrentamos a una difícil prueba que aprobamos con distinción máxima. Quedaron en evidencia, a su vez, aquellas encuestas que surgieron a inicios de la carrera presidencial y que no fueron capaces de dar garantías del cumplimiento de estándares de calidad, éstas quedaron en el camino y se abstuvieron de publicar resultados hacia el final.
Durante todo este proceso electoral, como Asociación de Investigadores de Mercado y Opinión Pública, hemos trabajado incesantemente por asegurar que el monitoreo y medición de las preferencias electorales de la ciudadanía se haga en el marco de la mayor ética y compromiso con la calidad de los datos.
Como parte de nuestras acciones, este año participamos en la discusión en la Cámara de Diputados del proyecto en materia de Difusión de encuestas de opinión pública referidas a preferencias electorales (Boletín 13894-06). En este espacio dimos a conocer los esfuerzos de autorregulación de la industria y presentamos nuestra propuesta para una estandarización de la información que deben llevar las fichas técnicas que acompañan la publicación de los estudios.
Además, realizamos una instancia de capacitación para periodistas, con el objetivo de entregarles herramientas para una lectura analítica de las encuestas. Junto a ello realizamos un seminario internacional para conocer las experiencias de nuestros pares de otros países a la hora de enfrentarse al desafío de comprender a los votantes.
En momentos en que nos enfrentamos a una segunda vuelta presidencial y el mundo de las encuestas se prepara para una nueva prueba, como organización gremial nos comprometemos a persistir en nuestro objetivo de asegurar a la ciudadanía el mayor rigor en el trabajo que realizamos.
Como investigadores sociales estamos conscientes de la importancia de nuestra labor para tener una ciudadanía informada al momento de votar. Creemos profundamente en la importancia del derecho al acceso a la información para la salud de nuestra democracia y asumimos esta tarea con orgullo y un alto sentido de responsabilidad.