Voto obligatorio
Juan Pardo, expresidente de AIM y socio director de Feedback, sostiene que el anuncio de la ley de voto obligatorio va a cambiar “definitivamente” el trabajo de las empresas de opinión pública. “Si antes había la dificultad de determinar quiénes probablemente iban a votar, ahora esto debería normalizarse un poco más. Creo que podría ser un cambio positivo para las empresas que se dedican a hacer estudios de opinión pública”, afirma.
Proceso constituyente
Ramón Cavieres, director ejecutivo de Activa Research, afirma que la agenda de 2023 no será tan distinta a la de los años anteriores debido al proceso constituyente. “Esto implica que estaremos monitoreando cómo se va percibiendo y evaluando el proceso por parte de la ciudadanía, además de ir pronosticando, en su momento, cuál sería el resultado del plebiscito de salida”.
Alejandra Ojeda, gerente de Public Affairs de Ipsos, coincide en que la agenda estará muy concentrada en ese proceso y menciona que “se visualizan varios aspectos a investigar durante el próximo año como elección de Consejeros Constitucionales, perfil de expertos, instalación de los órganos y un especial foco en la performance del Consejo Constitucional”.
Reformas
Paulina Valenzuela, directora ejecutiva y socia en Datavoz, menciona que más allá del proceso constituyente, las discusiones sobre reforma tributaria y al sistema de pensiones también tomarán la industria. “Es clave que la industria proporcione información de valor, seria y rigurosa para ayudar en los procesos de comprensión de qué es lo que la ciudadanía está entendiendo y cómo percibe los procesos de reforma que pueden generar grandes cambios en el país”, comenta.
Esto, dice, sumado a lo anterior hará del 2023 un año “muy movido” y “con mucha dispersión” en los temas que mueven la opinión pública y también la agenda política.
Situación económica
Alejandra Ojeda sostiene que temas que ya se veían en los últimos tiempos, como la situación económica del país, seguirán muy presentes el 2023, particularmente la inflación y qué consecuencias el momento económico trae a los diversos aspectos de la vida de los hogares chilenos.
Juan Pardo plantea que hay que dimensionar cómo la ciudadanía va a reaccionar ante el escenario económico y si este implicará cambios, por ejemplo, en el desempleo. “También hay ver si marzo va a traernos sorpresas en el plano político en el sentido de que puedan reactivarse alguna de las demandas sociales que quedaron postergadas después del 18 de octubre de 2019 y que no pudieron ser resueltas por la propuesta de nueva Constitución. Hay una serie de incógnitas que son desafíos bien importantes para la industria. Tendremos un año muy desafiante en el sentido de poder tomarle el pulso a la sensación ambiente que existe en la ciudadanía respecto de que este 2023 es un año complejo”, afirma.
Otros retos
Frente a esos escenarios, Ramón Cavieres dice que el desafío principal será entregar información confiable, oportuna e independiente.
A su vez, Paulina Valenzuela dice que la industria tendrá que ser capaz de conocer mejor las percepciones de la población sobre los distintos temas a través de metodologías cada vez más cualitativas. “Creo que el desafío para el próximo año y para lo que viene en general es hacer que todas las técnicas de recolección de información cuantitativas empiecen a conversar muchísimo más con las cualitativas. Todos los métodos de escucha menos estructurados van a ir ganando mucha más fuerza y hay que incorporarlos, porque nos interesa mucho saber qué hay detrás, ya no nos basta con que la persona nos diga que está de acuerdo o en desacuerdo con algo, es el por qué está en desacuerdo”, concluye.
