La reciente publicación de los resultados de la Encuesta Casen 2022 ha generado un debate en torno a cómo leer la pobreza en Chile. El estudio, presentado por el Ministerio de Desarrollo Social, es una de las principales herramientas de análisis de la población chilena, entregando información clave sobre sus ingresos.
En la versión 2022, se realizaron entrevistas presenciales en 72.056 hogares en 335 comunas del país. Por su magnitud y cobertura, la Casen es un instrumento esencial para la toma de decisiones de políticas públicas y para el desarrollo de estrategias empresariales.
“La encuesta Casen es una herramienta básica para cualquier institución que se dedique a observar la conducta de los ciudadanos. Nos permite conocer cómo se conforma una familia, cuántas personas viven en un hogar, cuáles son sus ingresos, cuáles sus carencias. Es una herramienta muy poderosa para hacer ese tipo zoom en los hogares chilenos”, explica Paulina Valenzuela, socia directora de Datavoz.
Disminución de la pobreza
Sin duda, uno de los principales resultados que entregó la Casen 2022 fue la disminución de la pobreza en el país. El estudio reflejó que la pobreza por ingresos ha experimentado una disminución significativa alcanzando un 6,5%, representando un importante descenso en comparación con mediciones previas donde la tasa de pobreza se ubicó en un 10,7% en 2020 y en un 8,5% en 2017.
“La Casen nos muestra resultados favorables en términos de pobreza. Dice que los ingresos por familia son mejores que antes, sin embargo, en todos los estudios, como el Chile 3D de GfK y otros, vemos que hoy el chileno está viviendo una contracción económica muy importante y su primera preocupación tiene que ver con llegar a fin de mes. Si bien en la mirada evolutiva y en la mirada del promedio de Chile, el indicador de pobreza está mejor, no podemos dejar de lado que una gran parte del país está sufriendo una gran complicación en términos de economía”, analiza Carolina Cuneo Head of Marketing & Consumer Insights de GfK.
Paulina Valenzuela, coincide que si bien la Casen muestra mejoras, la situación de vulnerabilidad de las personas sigue permaneciendo muy alta. “Tenemos un endeudamiento altísimo. Los hogares se endeudan confiando en que su ingreso es estable y le va a permitir cubrir esa deuda. Pero cuando los mercados laborales están más frágiles y existe la posibilidad de perder el trabajo, puedes pasar rápidamente a situación de pobreza y no ser capaz de cubrir tus necesidades básicas”, explica.
Insights para las marcas
Esta Casen, además, entregó una radiografía del país post-pandemia. Como parte de su metodología habitual, la encuesta midió el impacto de los subsidios estatales en los ingresos de las personas. “Cada Casen se hace cargo de los cambios en los ingresos en relación a los subsidios que entrega el Estado, y no toma en consideración los retiros de fondos previsionales, porque estos constituyen desahorro”, aclara Paulina Valenzuela.
No obstante, la experta llama a poner atención también en la pobreza multidimensional, un indicador que a su juicio, entrega una visión más completa de la realidad en Chile. “Este indicador aborda las carencias de los hogares en distintas dimensiones. En esta encuesta alcanzó un 16,9%, que es mucho más alto que el indicador de pobreza por ingresos”, señala.
Carolina Cuneo coincide en la importancia de este indicador. “Lo que me parece más rico de la encuesta tiene que ver con cómo vamos midiendo la pobreza en su lógica multidimensional. No solamente vemos el ingreso de las familias, sino que también su acceso a la educación y a variables ligadas al bienestar. Ahí uno puede ver claramente, dónde están los déficit por segmentos. Este es un trabajo que me parece muy accionable, tanto desde las políticas públicas, como desde la lógica del consumo, para lograr desde las marcas y desde el mundo privado ofrecer soluciones, servicios y productos que realmente puedan conectar con las necesidades de las familias”, finaliza.