Carina Sfeir, Caterina Verdi y Víctor Allan son sus fundadores. Con décadas de experiencia en investigación de mercados, apuestan por un modelo colaborativo, flexible y cercano, que se diferencia por integrar sus miradas complementarias en cada proyecto.
A comienzos de este año nació ALTER, una consultora de investigación de mercado creada por Carina Sfeir, Caterina Verdi y Víctor Allan, tres profesionales con 30 años de experiencia que decidieron unir sus trayectorias bajo una misma marca.
“El nombre es del latín alter, que significa otro, la alteridad, lo distinto. Nos identificamos con eso, porque tratamos de entender a consumidores que no necesariamente son un espejo de nosotros mismos”, explica Víctor Allan, sociólogo de la Universidad de Chile con 28 años de experiencia como consultor e investigador de mercado en empresas como Cadem, Cimagroup y Criteria Research, y miembro asesor del Comité de Grupos Socioeconómicos de la AIM.
Esa diversidad es su sello: cada estudio es trabajado de forma conjunta. “Aunque nos repartamos tareas, los tres ponemos nuestra mirada en los proyectos, evitando atraparnos en una rutina o burocracia investigativa. En un tiempo tan cambiante, necesitamos flexibilidad y creatividad para repensar lo que hacemos”, agrega.
Una mirada colaborativa con los clientes
La propuesta de ALTER busca ir más allá del estudio de mercado tradicional. “Lo que más nos interesa es establecer una relación horizontal con el cliente”, afirma Carina Sfeir, ingeniera civil industrial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, MBA en ESE Business School y docente en UNAB y UDP.
Tras diez años en Procter & Gamble –donde lideró programas de acercamiento al consumidor en Latinoamérica– y más de una década en una agencia boutique de investigación, Sfeir asegura que hoy su foco es la asesoría cercana. “Nos reunimos semanalmente quince minutos con los clientes para contar cómo va el estudio. Es avanzar de la mano, no solo entregar datos”, destaca.
Para Caterina Verdi, publicista y Master en Marketing y Comunicaciones en Instituto IEDE SCL y Madrid y docente UNAB, quien cuenta con más de 30 años de trayectoria en empresas como Cadem, Cimagroup y Adimark/GFK, la clave está en mantener vivo el interés. “Buscamos ser eficientes y flexibles, evitar rutinas que hacen ver todo igual. Hay un desafío constante de no estancarse y seguir innovando”, apunta. “Lo pasamos bien trabajando, y eso genera valor desde el inicio hasta la toma de decisiones”.
Investigación en transformación
Los tres coinciden en que la investigación de mercado vive un proceso de redefinición marcado por la irrupción tecnológica y la digitalización. “El área publicitaria cambió radicalmente con lo digital. Estamos en una reflexión permanente sobre qué significa investigar hoy y qué debe valorizarse”, sostiene Allan.
En este escenario, la inteligencia artificial aparece como una aceleración más. “El desafío es ser una buena contraparte de esa tecnología, supervisarla y asegurar que nuestros clientes usen bien la información”, comenta Verdi. “Es ir un paso más allá: acompañar con workshops, explicaciones y formas de accionar la investigación en la organización”, añade Sfeir.
La historia de la industria en Chile también respalda esta visión: del trabajo artesanal en papel y teléfono, pasó a encuestas online, paneles digitales, big data y, en los últimos años, a la concentración de empresas bajo grupos transnacionales. “Eso abre espacio para propuestas más personalizadas, como la nuestra”, enfatizan.
Sociedad, consumo y futuro
Más allá de la técnica, los fundadores de ALTER observan fenómenos sociales que marcan pauta. “La sociedad chilena se ha vuelto intensiva en consumo y, al mismo tiempo, acumula malestar. Hay una paradoja: aunque se habla de crisis, los conciertos se llenan y la gente gasta en experiencias para sentirse mejor”, señala Allan.
Entre las tendencias emergentes, mencionan la baja natalidad y la alta inmigración, el envejecimiento poblacional con adultos mayores activos como consumidores, el auge de las mascotas como sustituto de hijos o compañía en la tercera edad, los cambios en la composición familiar por dinámicas de vivienda, las diferentes definiciones de parejas y la creciente relevancia de la salud y el consumo saludable.
En ese marco, su ingreso a AIM responde a una convicción: “Queríamos estar en una conversación más grande. AIM es un espacio de colaboración que permite interpretar mejor lo que pasa en el rubro y en la sociedad. Es importante compartir inquietudes y reflexiones comunes”, afirma Verdi.







