La Asociación de Investigadores de Mercado y Opinión Pública (AIM) manifiesta su preocupación por recientes publicaciones que comparan encuestas de intención de voto sin respaldo metodológico suficiente en sus análisis, los que pueden inducir a interpretaciones erróneas, confundir a la opinión pública y afectar la reputación de la industria de encuestas de opinión pública.
Las encuestas políticas son herramientas esenciales para una democracia informada. Permiten comprender tendencias, estimular el debate y fortalecer la rendición de cuentas. También entregan insumos valiosos para que la ciudadanía tome decisiones informadas y para que las y los candidatos ajusten sus estrategias electorales. Por ello, cada medición refleja un momento específico del proceso electoral, naturalmente sujeto a variaciones en el tiempo.
Hacemos un llamado a especialistas y a medios de comunicación a realizar o difundir comparaciones entre encuestas y resultados electorales cumpliendo, al menos, con los siguientes criterios metodológicos:
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Pregunta de intención de voto: se debe comparar la misma pregunta entre encuestas, usando aquella que posee un fraseo común y alternativas de respuesta iguales, de modo de minimizar el error de medición.
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Uso de base 100: comparar porcentajes de intención de voto calculados sólo entre quienes declaran una preferencia por algún candidato o lista, excluyendo blancos, nulos y personas indecisas.
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Consideración del tamaño muestral: incluir el margen de error muestral y el nivel de confianza correspondiente al contrastar las estimaciones de los estudios con los resultados oficiales de una elección.
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Comparabilidad temporal: contrastar encuestas cuyos trabajos de campo y fechas de publicación sean equivalentes. En Chile, la extensa veda electoral implica que los estudios difundidos antes de su inicio reflejan escenarios distintos y potencialmente cambiantes, respecto de los obtenidos en días cercanos a una elección.
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Universo de comparación: se deben contrastar universos equivalentes en los diferentes estudios.
Desde AIM enfatizamos que el nivel de precisión de una predicción electoral solo puede establecerse comparando el resultado oficial de una elección con aquellas encuestas levantadas en los días previos al evento electoral y que cumplan con los criterios previamente expuestos.
Asimismo, reiteramos nuestra invitación a empresas, medios, centros académicos y consultoras a comunicar con transparencia y detalle sus procedimientos de muestreo, ponderación y análisis, conforme con los estándares internacionales del Código ICC/ESOMAR y WAPOR, contribuyendo así a una mayor confianza en las encuestas.
Finalmente, agradecemos a nuestras empresas socias por su compromiso con el fortalecimiento del rol social de la investigación: proveer información de calidad, fomentar una discusión pública responsable y contribuir al fortalecimiento de la democracia. En tiempos de crisis de confianza, reafirmamos nuestro compromiso con la transparencia, la rigurosidad y la ética profesional que sustentan la credibilidad de la investigación en Chile.




