“Si las encuestas antes de la pandemia eran relevantes, durante ese proceso y post pandemia lo son aún más”, dice, sin dudarlo, Sandra Quijada, directora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
En estos momentos, el instituto se encuentra en las diversas comunas de Chile realizando la enumeración de viviendas para la encuesta Casen, el segundo operativo más importante del país, realizada por el Ministerio de Desarrollo y Familia y que es clave para la toma de decisiones públicas y privadas.
“Hay una serie de preguntas que resolver: ¿qué fue lo que pasó entre 2020 y 2022? respecto de qué pasó con la pobreza, ¿la pobreza aumentó, disminuyó?, ¿cuál fue el efecto en los ingresos familiares de los IFE? ¿Cómo eso afectó los niveles de ingresos de los hogares?”, reflexiona la Ingeniera comercial de la Universidad de Chile y magíster en Economía de la misma casa de estudios.
No obstante, lograr contestar esas dudas tras dos años de crisis sanitaria representa un enorme reto: “Un desafío para el INE y para todos quienes recolectan información es volver a ganar la confianza de las personas”, dice Sandra Quijada. Esto, porque durante el confinamiento los ciudadanos se acostumbraron a que las preguntas se hicieran, por ejemplo, por teléfono. “Por lo mismo hemos tenido en las últimas semanas algunos episodios en los que nuestros encuestadores fueron cuestionados por las personas respecto al proceso de numeración…”, agrega la directora del INE.
Esa situación, dice, requiere una mayor difusión de las actividades realizadas por el INE, particularmente en redes sociales, para evitar la desinformación. “Hemos utilizado las redes sociales con el fin de generar confianza y también explicar, por ejemplo, qué es el secreto estadístico, para que la gente sienta confianza de entregarnos la información, porque no la vamos a entregar a otros organismos del Estado ni tampoco al público en general, ni nominada, ni determinada. Además, es importante que la gente comprenda por qué es necesario levantar un dato para hacer política pública”.
En esa línea, Sandra Quijada explica que “las encuestas siguen teniendo una riqueza muy importante respecto de variables que no puedes recoger con otros instrumentos, y por eso es necesario que hoy en día –en que existe una desconfianza en las instituciones–, podamos generar esa confianza, con transparencia”.
El Censo de 2024
Recientemente el INE, junto al Ministerio de Economía, informaron que el Censo se hará finalmente entre marzo y junio de 2024, por una serie de necesidades operativas que se vieron afectadas por la pandemia. “Nosotros vamos a mantener una prueba integral a fines de este año, vamos a hacer la prueba experimental en marzo de 2023, de manera de tener un año de distancia entre la prueba experimental y el censo mismo”, comenta Sandra Quijada, añadiendo que las pruebas están enfocadas en que se pueda tener “datos fidedignos lo antes posible”.
La directora del INE comenta que el Censo de 2024 será realizado con aplicación presencial y auto-censo: “Vamos a incorporar la posibilidad para que las personas se puedan auto-censar, para lo que necesitamos ser muy rigurosos en la generación de la plataforma en que se ingresará al cuestionario de tal manera que el proceso de validación sea más expedito”. A la fecha, las proyecciones indican que hay 19.828.563 personas en Chile.
En su opinión, cada Censo implica un desafío. Y el que se avecina, además de lo anterior, tiene el reto de ser un Censo de derecho que va a incorporar un dispositivo móvil de captura de la información. “Estamos seguros de que la calidad de esa información va a ser mejor dado que, por ejemplo, con el dispositivo móvil se pueden disminuir una serie de errores como los de digitación y algunos de validación porque ya están incorporados en la programación del cuestionario”.
Trabajos conjuntos
El INE ha estado trabajando muy fuertemente en poder definir estándares de calidad para el análisis de datos. Ahora mismo, el instituto espera lanzar junto a la CEPAL una herramienta que permita a los investigadores hacer el análisis de la calidad de sus estimaciones, “de manera de estar seguros de que lo que estamos estimando y estamos poniendo en una investigación sea y tenga la calidad suficiente –desde el punto de vista estadístico– para ponerla a disposición del público”, cuenta Sandra Quijada.
Además, el INE ha contado con la colaboración de AIM respecto de la certificación de los recolectores de información o de encuestadores “de tal forma que se dignifique este importante trabajo. “Sin los encuestadores nosotros no hacemos nada”, añade.
“Ha sido un proceso bien interesante en donde AIM ha estado colaborando mucho con nosotros y esperamos poder empezar a certificar a nuestros encuestadores y personal de campo. En el futuro deberíamos ser nosotros como INE quienes hagamos ese trabajo, pero hoy en día, como es la primera certificación, no podemos certificar a nuestra propia gente”, explica. Por eso, la directora del INE considera que este ha sido un ejemplo “muy importante de colaboración” con AIM, “porque se va generando un mercado especializado, donde tenemos gente con certificación de competencia que nos asegura una calidad mínima de recolección de información”.
Finalmente, Sandra Quijada deja las puertas abiertas a los socios de AIM a participar en las conferencias técnicas que realiza el INE, que cuenta con una serie de lineamientos y estándares de calidad.
“Creo que tenemos un espacio de colaboración súper importante y nuestras puertas siempre van a estar abiertas para colaborar en esta línea y también poder difundir nuestros estándares. Ambas alternativas pueden ser muy interesantes para empresas que se dedican a la producción de estadística, ya sea para la política pública o para el sector privado”, concluye.