En los últimos meses, en Chile hemos sido testigos de la divulgación de estudios en materia electoral que no cumplen con los estándares mínimos de transparencia que se requieren para el ejercicio de la democracia.
Desde la Asociación de Investigadores de Mercado y Opinión Pública (AIM), vemos con mucha preocupación la divulgación de estos sondeos, especialmente en el contexto de la vigencia del periodo de propaganda para el plebiscito constitucional del próximo 25 de octubre.
Desde sus inicios, la AIM ha asumido un compromiso con la transparencia y la rigurosidad en la investigación de mercado y opinión pública. Para asegurar la calidad de nuestro trabajo, promovemos entre nuestros asociados la adopción de estándares metodológicos y éticos que se materializan a través de nuestra certificación de calidad, basada en los principios globales consensuados por ESOMAR y WAPOR.
Ambas organizaciones internacionales se han pronunciado explícitamente respecto al peligro que constituyen las “push polls” o “sondeos de presión”, advirtiendo que estos mecanismos no son encuestas “sino manipulación política tratando de esconderse detrás de la cortina de humo de un sondeo de opinión pública”. El objetivo de estos ejercicios, es difundir información falsa relacionada a los procesos electorales y sus candidatos, o bien entregar información parcial que engañosamente pretenda atribuir a la opinión pública general la percepción de un grupo particular. De acuerdo a la Guía ESOMAR/WAPOR para Estudios de Opinión y Encuestas Publicadas, la mejor manera de protegerse contra “los sondeos de presión” es saber quién está llevando a cabo el sondeo.
Como lo hemos detallado en nuestra Guía de Recomendaciones AIM, un estudio de opinión serio debe explicitar claramente toda la información relevante relacionada a la investigación, identificando qué empresa realizó el sondeo y a petición de quién. Junto a ello, se debe señalar como mínimo el universo representado; el tamaño de la muestra y cobertura geográfica; las fechas de trabajo de campo; el método de muestreo; el método utilizado para recoger la información; si se ajustaron los resultados y el método usado para ello; los cuestionarios o preguntas relevantes; el margen de error; y el rendimiento de la muestra.
De esta forma, nuestro llamado a los medios de comunicación es a que como parte de su importante labor en la formación de opinión, verifiquen y analicen la información mínima necesaria para determinar la representatividad y validez de las encuestas que se realizan. Asimismo, invitamos a los chilenos y chilenas a estar alertas al uso indebido de los sondeos electorales, exigiendo el acceso a información válida y confiable, la cual es indispensable para el ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos. Finalmente, reiteramos nuestro llamado a la industria a actuar con los mayores estándares de transparencia en la divulgación de estudios, sin dejar de lado jamás el respeto absoluto por la opinión de la ciudadanía, que es el principio y el fin de nuestra actividad.